¡Hola a todos!
Esta publicación trata sobre el uso de los teléfonos móviles y portátiles como recursos educativos en los centros de Enseñanza Secundaria Obligatoria.
En primer lugar, creo que sería conveniente que en todos los centros educativos de secundaria estuviera permitido el uso de estos dispositivos siempre y cuando solo se usen con fines didácticos y se utilicen de manera apropiada. En esta nueva era educativa, en la que se está cambiando la metodología tradicional por otras en las que se trabaja por proyectos o de manera interactiva mediante el trabajo cooperativo y colaborativo, en donde se centra la atención sobre todo en el alumnado, se deben utilizar nuevos materiales y recursos que tengan que ver con las TIC (Tecnologías de la Información y de la Comunicación), puesto que el alumnado está muy relacionado con estas y, además, a través de estos recursos se fomenta la interacción.
En segundo lugar, al hacer uso de los teléfonos móviles y portátiles, el alumnado seguramente llegue más motivado a clase, ya que no va a utilizar siempre el mismo material (el libro de texto) y va a usar los smartphones y los portátiles con un fin didáctico, para que, además, sepa que estos medios no se utilizan solo como una herramienta lúdica. Por ejemplo, el docente puede hacer que se pongan en práctica en el aula cuando quiera conocer cuáles son los conocimientos que el alumnado ha adquirido, después de la explicación teórica y práctica realizada previamente en clase, mediante las plataformas digitales Kahoot y Socrative. Otro ejemplo sería que el alumnado tuviera descargada aplicaciones de diccionarios digitales en sus dispositivos móviles como el de la RAE, para aquellos casos en los que se encuentre con una palabra y desconozca el significado de esta y quiera saber cuál es, puede buscarlo por sí mismo.
Y finalmente, creo que el uso de los teléfonos móviles y portátiles en clase tiene más ventajas que desventajas por lo que se tendría que llevar a cabo y apostar siempre por aquello que motive y ayude en el proceso de aprendizaje del alumnado.
Un saludo,
Un saludo,
María
